Lección 9: · Activar las manos como canal de Reiki

Aprender a conectar con Reiki comienza, ante todo, por aprender a conectarte contigo mismo.

Antes de canalizar Reiki, tómate unos momentos para volver a tu centro. Lleva tu atención primero al hara, el asiento de tu estabilidad y fuerza vital, y luego al corazón, el espacio del amor y la presencia.

Desde ahí, permite que la energía comience a despertar suavemente en tus manos.

Para activar el canal de Reiki, respira profundo y, con intención sincera, pronuncia internamente o en voz baja:

“Me abro para recibir la energía curativa de Dios.
Que este Reiki divino fluya desde todos los rincones del universo hacia mi chakra corona,
llene mi hara,
fluya hacia mi corazón —el asiento del amor—
y desde allí se extienda por mis hombros, brazos y manos,
creando la esfera sagrada de Reiki.
Gracias.”

Mientras realizas esta práctica, imagina la energía fluyendo con suavidad y amor.
Siente cómo ese amor se reúne y se concentra entre tus manos.

Cuando coloques tus manos sobre tu cuerpo —o sobre alguien cercano—, permite que Reiki fluya sin esfuerzo. No intentes controlar nada. Confía.

Por ahora, mi sugerencia es que practiques Reiki contigo mismo y, si lo deseas, únicamente con personas muy cercanas a ti. A medida que avances en los niveles formales de Reiki, aprenderás a trabajar con mayor profundidad y seguridad con otros.

Después de esta práctica, tómate unos minutos en silencio.
Observa cómo se sienten tus manos.
Observa tu respiración.
Observa tu estado interior.

Un cálido abrazo,
Fahad

Lección 8
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